lunes, septiembre 22, 2008


LA INSOPORTABLE IMBECILIDAD DEL SER
Decía Woody allen en una película que cuando el problema de comer todos los días está solucionado, los problemas del ser humano se vuelven cada vez más complejos. Tambien recuerdo una frase de una película cuyo nombre he olvidado, en la que un sueco de viaje por Egipto hablaba de la elevada tasa de suicidios en Suecia y se sorprendia de lo baja que esta era en Egipto pese a las paupérrimas condiciones de vida. Su interlocutor le contestaba."aquí la gente solo piensa en que comerá ese día. No tiene tiempo de pensar en otra cosa".
Esta filosófica entrada viene a cuento de una noticia aparecida en la prensa que nos muestra como nuestro primer mundo, ahito hasta el empacho de productos alimenticios y bienes de consumo, se vuelca en extrañas y falsas problemáticas que llevan a algunas personas a rizar el rizo del ridículo en disquisiciones que recuerdan a aquellas sobre el sexo de los ángeles.
A sucedido que la -hasta ahora- prestigiosa revista americana de enología Wine Spectator ha concedido uno de sus premiso de este año a la carta de vinos a la "Osteria L´Intrepido" de Milán pero hete aquí la sorpresa al descubrirse que no hay ninguna bodega en el restaurante ya que la Ostería L´Intrepido sencillamente no existe.
L'Osteria L'Intrepido es un experimento del crítico gastronómico y catador de vino estadounidense Robin Goldstein. "Trataba de explorar los estándares de los concursos gastronómicos", explica Golstein en conversación telefónica desde Tejas (Estados Unidos) en un español fluido -estuvo haciendo guías de viaje en Barcelona hace ocho años-.
Recibe la enhorabuena por el premio con una sonora carcajada. Su objetivo con este experimento: "Abrir el debate sobre los méritos que se tienen en cuenta para recibir uno de estos premios", explica. Entre otras cosas, habla de los concursos que exigen una tarifa de participación. Goldstein llegó a pagar 250 dólares (173 euros) para inscribir a la osteria fantasma y reconoce que no esperaba que su experimento tuviera un resultado tan explosivo. Su blog está inundado de felicitaciones.
Decir que ha conseguido sacarle los colores a la revista es quedarse corto. Y es que no sólo ha premiado a un restaurante inexistente, sino una "lista reservada" de vinos que incluía los peor valorados por ellos mismos en los últimos 20 años. Aunque la carta general estaba compuesta por caldos considerados excelentes por Wine Spectator, los de la supuesta selección de lujo habían recibido críticas como "tiene carácter de esmalte de uñas", "huele a insecticida" o el simple y contundente: "Está aguado". También de esta manera exploraba los criterios de la revista. "Quería saber si se puede llegar a ganar con una lista reservada desastrosa".
Wine Spectator es una de las publicaciones más leídas en su sector. El pasado 20 de agosto, poco después de descubrir el engaño, apareció un comunicado en su página web. El resumen es que la revista se siente víctima de una "patraña muy elaborada". "Nosotros no visitamos cada uno de los restaurantes que se presentan a nuestros premios. Prometemos evaluar justamente su carta de vinos y cuando recibimos la solicitud, asumimos que la bodega existe", dice el comunicado.
El buscador Google y varias llamadas de teléfono a un contestador automático (formaba parte del montaje de Goldstein) le bastó a la revista para comprobar que L'Intrepido era un restaurante real en Milán. Añaden que el premio ganado por Goldstein se encuentra en el nivel más básico de los tres tipos de galardones existentes, puede que con esta puntualización quieran decir que en los superiores la existencia del establecimiento es condición indispensable.
Lo cierto es que Goldstein se comporta como un justiciero que pretende quitar el criterio autorizado a los gurús del vino para dárselo a los consumidores. "Quiero ayudarles a desmitificar a los expertos, las marcas, los precios", cuenta.
A mí me encanta tomar una copa de vino en las comidas o con los amigos. Alegra el espíritu y abre los corazones, pero hay vinos excelentes a muy módicos precios que no tienen nada que envidiar a esos caldos de moda o de fama que cuestan un ojo de la cara.
Señores, estamos perdiendo el norte, el vino es para beberlo y gozar, no para fardar del retrogusto y la redondez en boca.

jueves, septiembre 11, 2008





11 DE SEPTIEMBRE


Amigos míos:Seguramente esta es la última oportunidad en que me pueda dirigir a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Portales y Radio Corporación.
Mis palabras no tienen amargura, sino decepción, y serán ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron… soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino que se ha autodesignado, más el señor Mendoza, general rastrero … que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al gobierno, también se ha nominado director general de Carabineros.
Ante estos hechos, sólo me cabe decirle a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente.
Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen… ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi patria: Quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes,. quiero que aprovechen la lección. El capital foráneo, el imperialismo, unido a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara Schneider y que reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas, esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros; a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas, a los que hace días estuvieron trabajando contra la sedición auspiciada por los Colegios profesionales, colegios de clase para defender también las ventajas que una sociedad capitalista da a unos pocos. Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron, entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos… porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando la línea férrea, destruyendo los oleoductos y los gasoductos, frente al silencio de los que tenían la obligación de proceder: estaban comprometidos. La historia los juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa, lo seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos, mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal a la lealtad de los trabajadores.El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Éstas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.


domingo, septiembre 07, 2008


DOS AÑOS YA
Dos años que entré en el mundo del blog. Dos años más viejo, dos años ¿más sabio?.
Dos años que personas a las que no conozco y probablemente nunca conoceré, entran en mi blog buscando las cosas más peregrinas o tal vez por curiosidad o casualmente. Unas no vuelven a entrar nunca, otras repiten de forma regular. Pocas, no muchas, entre cinco y veinte visitas al día, pero que desde los rincones más alejados del planeta se asoman a esta humilde paginilla virtual y ven las pocas o muchas cosas que en ella escribo. Se interesan o nó. A lo mejor se rien o se apenan y quizá les sirve para su vida cotidiana o nó, pero este rinconcito de la galaxia de internet pretende seguir ahí contribuyendo con su pequeño granito de arena a la vasta arena del ciberespacio.

martes, septiembre 02, 2008







LOS BALCONES DE AQUEL ALICANTE

Cuando caminamos por la ciudad casi nunca miramos hacia arriba. En parte porque vamos a nuestras cosas y con prisas, en parte por no pisar las innumerables cacas de perro que inundan nuestras aceras. De ese modo pasamos por alto muchas de las singularidades arquitectónicas, que aún a pesar de los sucesivos alcaldes que hemos padecido, todavía se conservan en nuestro Alicante.
Yo mismo me sorprendí el otro día descubriendo en la calle Manero Mollá un bello ejemplo de una de esas artesanías que en su día debieron de ser muy numerosas en nuestras calles pero que hoy por desgracia son tremendamente escasas y con tendencia a la desaparición. Me refiero a los acristalamientos con que a finales del siglo XIX y principios del XX se solían cerrar los balcones principales de algunas casas. Estas estructuras, realizadas en carpintería de madera o hierro, algunas bellamente decoradas, se convertían en el invierno alicantino en el lugar ideal para las labores de la casa (coser, bordar, etc.…) para leer la prensa o escuchar la radio, reconfortado por los rayos del sol invernal. En verano se abrían las cristaleras, se ponía el botijo a refrescar y eran el lugar perfecto para el cotilleo de todo lo que sucedía en la calle que en aquellos años aún era el ágora donde todo el mundo se relacionaba y donde todo sucedía.
He podido encontrar y fotografiar veintidos de esas cristaleras que se encuentran en un espacio muy localizado situado entre la iglesia de Santa María y el paseo de Gadea por un lado y la Explanada y Alfonso el Sabio por el otro. A excepción de una que está en Capitán Segarra, al lado del mercado y que por desgracia desparecerá muy pronto.
Dieciseis de ellas están construidas en madera y seis en hierro, en parte laminado y en parte forjado. Algunas son de una sencillez espartana y otras están profusamente decoradas, pero todas, hasta las que se hallan casi en ruinas, conservan esa belleza de un tiempo en que las cosas se hacían con otro espíritu y la filosofía de la vida era otra muy distinta de la de usar y tirar que impera en la actualidad.
Aquí les dejo algunas imágenes de un arte desaparecido y de unos balcones cuya belleza, no sé cuanto tiempo podremos seguir disfrutando.