martes, mayo 29, 2007


EL RELOJ

Todas las mañanas, al pasar por la Place de France alzaba la vista hacia la torre del reloj que sobresalía entre los tejados como un lejano faro que proyectaba su haz de tiempo sobre la ciudad que comenzaba a desperezarse. Con un gesto instintivo, sacaba del bolsillo del pantalón su reloj de alpaca, movía las manecillas hasta hacerlas coincidir con aquellas que se divisaban a lo lejos y con un suave movimiento mil veces reiterado, hacia girar repetidamente la corona entre sus dedos. Aquel pequeño reloj con su sencilla cadena de alpaca era seguramente el único lujo que Luis Verdú se permitió en su vida. Lo había comprado en la feria tres años atrás a un feriante de Albacete que vendía además navajas, colchas de fantasía y alhajas de oro y plata. Le llamó la atención su pequeño tamaño y la belleza de los dígitos que indicaban las horas. De un trazo cursivo como la letra de los notarios, Daban a la esfera un aire inglés o como pensaba debían ser los relojes ingleses. Le daba cuerda todas las mañanas y un relojero de Monóvar al que visitó una vez que fue a comprar materiales a ese pueblo, le grabó en la tapa trasera una frase que había visto en el reloj de pared que don Matías, el medico tenía en el salón de su casa “Tempus Fugit” y la fecha del día que lo compró.
Hacía tan solo seis años que los franceses habían ocupado la ciudad y apenas tres desde que el capitán Dessigny, ingeniero del ejercito construyera aquella torre que indicaba la hora de París en aquel remoto territorio, pero ya la ciudad había convertido en un hábito la idea de regirse por un tiempo establecido a miles de kilómetros y aquella esbelta torre marcaba el ritmo de la vida y los quehaceres cotidianos de unas gentes que desde que tenían memoria se guiaban por las salidas y puestas del sol y los cambios de las estaciones. Con el paso del tiempo la blanca esfera marcaría el ritmo de una ciudad que de un humilde poblado de pescadores llegaría a convertirse en una de las metrópolis más cosmopolitas del mundo occidental. Aunque en esos días, cuando Luis Verdú daba cuerda a su modesto “Verlain, sistem Orloff” de alpaca plateada que marcaba la hora que en ese mismo instante, a un continente de distancia, señalaba una precisa maquinaria encerrada en una vitrina de la oficina de pesos y medidas de París, esto no pasaba de ser una promesa que empezaba a trazarse sobre el desértico llano de Chaouia con blancas líneas de cal que, sobre la árida tierra, dibujaban como en un gigantesco plano lo que acabaría siendo la hermosa ciudad de Casablanca.

miércoles, mayo 23, 2007

LOS MUERTOS
Era costumbre en el pueblo que los maestros de obras, cuando aquella persona para la que habitualmente habían trabajado o alguno de sus familiares mas allegados fallecía, fueran las encargadas de cerrar la fosa o el nicho donde el finado dormiría el sueño de los justos y esperaría la resurrección de la carne. Esta práctica normalmente no suponía mas problema que el de mandar a un oficial al cementerio unas horas antes con un capazo de yeso y ladrillos suficientes para rematar la labor. Una vez acabada la misa, cuando el maestro que había acudido al sepelio, llegaba con la comitiva al campo santo, tras los rezos y responsos de rigor, este se despojaba de la chaqueta, se remangaba la camisa y ayudado por su empleado procedía a sellar la sepultura ante las lagrimas de los deudos. Pero en ocasiones, la muerte años atrás del cónyuge, los padres o algún hijo obligaba a preparar la sepultura. Dicha preparación consistía básicamente en abrir la fosa o el nicho y retirar los restos mortales que quedaban del anterior inquilino depositándolos en una pequeña caja que sería introducida con posterioridad en el ataúd del difunto para así permanecer juntos en la muerte aquellos que lo habían estado en vida. Entonces, el mismo día del óbito y mientras en la casa doliente se lavaba y amortajaba el cadáver, ( tarea que solía recaer en las mujeres de la familia) el maestro, acompañado por algún aprendiz se encaminaba al cementerio. Una vez allí y ante la tumba en cuestión ayudado de maza y escoplo procedía a retirar la cubierta. Cuando la losa había sido retirada y la fosa o el nicho quedaban al descubierto llegaba la ingrata tarea de extraer los despojos del difunto. Entonces el maestro decía al aprendiz ”hala nene” y el muchacho si metía por la oscura boca y al poco comenzaban a salir al exterior tibias, fémures, vértebras y demás huesos del esqueleto que iban siendo introducidos en una caja de cartón. En ocasiones sacaban también las pertenencias con que algunos habían sido enterrados: un rosario, una pequeña cruz, una cadena, algún medallón, un anillo y algunas veces restos de la mortaja del finado e incluso el cabello pegado en parte al pelado cráneo.
La ubicación del cementerio a las faldas de una montaña rica en sal y yeso por la que discurrían veneros subterráneos de aguas salobres, daba lugar a que las labores de preparación de algunas tumbas se toparan con el hallazgo sorprendente de algunos cuerpos momificados. Fue famoso el caso del tío Bernabé. Propietario del cine y hermano mayor de una cofradía con el hábito de la cual fue amortajado al morir, causó un gran revuelo al aparecer intacto cuando quince años después se levantó la tapa del ataúd para dar sepultura a su viuda. Algunas voces llegaron a apuntar a Roma aunque al final y gracias al buen sentido del párroco la cosa no pasó de ahí.
EL ROSCO
Me da mucha pena, por que me parecen dos personas treméndamente válidas y que podían hacer mucho por su comunidad, pero tal y como van las cosas creo que el que sostienen en la mano es el único rosco que se van a comer en las proximas elecciones.
Que triste tener que aguantar cuatro años más a Esppe y al gran gallarda.

viernes, mayo 18, 2007

LOS OJOS DEL PASADO
¿Puede un rostro anónimo del pasado transcender hasta el presente e interrogarnos sobre cuestiones que solo podemos imaginar?
Me hice esa pregunta cuando, navegando por una página de fotos antiguas de diversos países de Europa me topé con la imagen que encabeza esta entrada.
Era la foto de una mujer joven, casi una niña que tímidamente posaba ante un anónimo fotógrafo para inmortalizar su rostro. Nada diferente de otros cientos, quizá miles de retratos que se han hecho en el mundo. Pero fueron sus ojos, esos enormes ojos claros los que llamaron mi atención. Esos ojos llenos de una enorme tristeza parecían reclamar mi interés como inquiriendo, como diciendo,¿por qué esta tristeza. Que dolor de mi corazón hace aflorar esta melancolía a mis ojos?
Tal vez y, pensando en la época de la imagen, fuera esta una foto de pedida. Una imagen requerida por los padres para enviar a un posible pretendiente(tal vez un maduro y obeso comerciante adinerado) para fijar una boda en la que la joven muchacha no tuviera ni voz ni voto, y que ella, platónicamente enamorada de un muchacho del vecindario viera como un destino inapelable al que no podía oponerse.
Quizá fuera tal vez la foto para el expediente de entrada en una academia de institutrices, donde debería dejar de lado los sentimientos mundanos para servir al desasnamiento de los cachorros de las clases más pudientes y arrastrar una vida de soltería y soledad.
A lo mejor, divago en exceso y tan solo era el miedo de enfrentarse por primera vez a una cámara fotográfica y en realidad fue una mujer feliz que se casó con el amor de su infancia y tuvo una vida larga y plena y yo le doy demasiada importancia a una simple mirada que me capturó desde el momento en que la vi,atravesando el espacio y el tiempo que nos separaba.

lunes, mayo 14, 2007


UN "FINDE" INOLVIDABLE
Este fin de semana he vivido una experiencia de aquellas que cuando sea un "abuelo Cebolleta" me gustará contar a los nietos.
Hace más de un año, navegando por la red, entré en un blog cuyo nombre me llamó la atención.
Parafraseando un famoso dicho, se llamaba "Pies para Quiosquero" y narraba las tribulaciones, penas y alegrias de un informático en paro barcelones, metido a quiosquero por mor de alcanzar una deseada y plácida jubilación que descubrió que dicho menester era de todo menos plácido pero que en medio de la vorágine de devoluciones, faltas de entregas, cartonás, botes de especias, jugarretas de las distribuidoras y peleas con y entre las asociaciones del gremio, descubrió que el quiosco era el mostrador donde la vida desfilaba en estado puro y una fuente inagotable de personajes y anecdotas que de tan reales se antojaban inventadas.
Poco a poco y de manera imperceptible quede irremediablemente enganchado a las andanzas de esta familia quiosqueril que me hacian reir y emocionarme con unas historias y un estilo tremendamente adictivo.
Más de un año despues por fín, con motivo de la presentación, en forma de libro, de la primera temporada del blog, pude conocer personalmente tanto Quiosquero, Dalr y Quiosquera, como a aquellas personas que como yo, padecen de quiosqueritis aguda y pasé un fin de semana en Barcelona junto a una gente magnifica a la que desde hoy quiero considerar como amiga por su generosidad, hospitalidad y simpatia.
Gracias a todos y espero seguir disfrutando con vosotros desde la red.

miércoles, mayo 09, 2007


E-MAILS FALSOS, ¿POR QUÉ?
Acabo de recibir un correo electrónico que parece circular de manera abundante por la red que al parecer advierte sobre una campaña de atentados de ETA por medio de moviles cargados de dinamita y abandonados luego en la via pública para volar las manos de aquellos que los recojan en la calle. Aconsejando por ello que se abstengan de cogerlos aquellos que se los encuentren.
Si amplian la imagen que encabeza este post veran subrayados en amarillo y numerados en rojo las(para mí)pifias que ha cometido el autor del falso documento, realizado a base de corta-pega de un modo bastante burdo.
El encabezado marcado con el nº1 pertenece al Ministerio del Interior, mientras que un extraño añadido a la derecha ,nº2, reza"dirección general de la policia y la guardia civil, guardia civil" así repetido. Todo el mundo sabe que la guardia civil depende del ministerio de defensa, pero ese no es el pufo mayor que encontramos en la "circular". Reseñado con el nº3 vemos que pone "sección Ministerio de agricultura", lo que ya empieza a pitarnos los oidos.
Con el nº 4 vemos que el destinatario es el "jefe del area de seguridad del M.A.P.A, esdecir del Ministerio de agricultura, pesca y alimantación que poco o nada tiene que ver con la lucha contra ETA.
Pero aún hay más. Señalado con el nº5 se puede leer que el documento dimana del area de "Patrimonio Nacional", dependiente esta del Ministerio de Cultura, que tampoco pinta nada en la cuestión terrorista.
Este "documento " es todo un despropósito y un cúmulo de barbaridades que hasta un paisano como yo es capaz de desenmascarar, porque para más "inri", el susodicho informe ultra-importante para la seguridad nacional, lo firma, nº6 un "alferez, jefe de la sección", cuando de ser cierto debería de estar firmado al menos por un coronel, que son los verdaderos jefes de sección.
¿Quién y por qué envia masivamente estos mensajes?. ¿Que beneficio espera obtener?. ¿Tiene algo que ver la proximidad de las elecciones municipales?.¿Son submarinos del PP los que inundan la red con estas falacias?
¿Que motivo hay para crear un clima de pánico con estos mensajes claramente capciosos y turbadores?
Seguiremos atentamente las novedades al respecto.

viernes, mayo 04, 2007


LA MÚSICA DEL AZAR
Doña Dolores Motos, gitana de pura cepa, vecina antigua y respetada de la llamada "meseta de Orcasitas" tuvo la idea de comprarle un telefono móvil a su nieto Aarón para echarselo de Reyes. "En que mala hora, señoría". Resulta que el teléfono, adquirido en el bazar de unos indios que a ella le parecieron árabes, no funcionaba bien. La mujer tuvo que ir hasta tres veces a la tienda para que se lo arreglaran. El día 8de enero les dió un ultimatum: o se lo arreglaban definitivamente o le daban uno nuevo. La abuela Dolores se llevó el gato al agua. Devolvió el móvil azul de su Aarón y se llevó uno nuevo, de igual marca y modelo pero de color rojo.
El final de la historia no tiene desperdicio. Los indios del bazar, lejos de tirar el móvil, lo volvieron a poner en venta y así llegó hasta la célula integrista que cometió los atentados. Pero aquel móvil que ya le había fallado al churumbel volvió a hacerlo la mañana del 11-M. Estaba en la mochila que no estalló y que el artificiero Pedro desactivó bajo un fuerte aguacero en el parque Azorín y que condujo hasta los presuntos autores de la matanza.(Pablo Ordaz para "El País").
Esta noticia me ha impactado tremendamente. Como un cúmulo de casualidades, de giros del destino hizo no solo que se salvaran algunas vidas más de las que por desgracia se perdieron, si no que fué la clave primordial para desentrañar toda la trama terrorista.
Quizá doña Dolores no sea consciente, pero puede que con su determinación sea la involuntaria responsable de la solución del caso.

jueves, mayo 03, 2007


CASA EN UN ARBOL
¿Quién en su niñez no ha puesto cuatro maderas sobre un arbol y se ha encaramado sobre ellas sintiendose el rey de la creación?.
Elevarse por encima del entorno, sentirse un Robinsón de guardarropía, retar a los demás con aquello de "fuera del castillo que es de mí tío". Toda aquella parafernalia de nuestra infancia parece que resurge ahora que los niños de antaño nos hemos convertido en agobiados adultos y necesitamos encontrar el espacio virgen de antaño y nos gastamos un disparate de pasta en volver a sentir esa sensación que hace cuarenta años nos costaba un rato de buscar en el vertedero y una tarde de atar con cuerdas el refugio.
No obstante me parece genial que haya personas que en lugar de comprarse un coche de lujo o un yate fuera borda, utilice su capital para procurarse una especie de segunda infancia. Un lugar donde, por unos minutos, volver a ser el niño descamisado que fuimos un día y escapar de la vorágine del trabajo, la familia, los compromisos, las responsabilidades y, en definitiva, la vida real que nos rodea desde que empezó a salirnos vello en las axilas.